23 de Julio 2008
Hace algún tiempo atrás, tenía sueños, como todos los chicos a esa edad suelen tener….solo que los míos eran una mezcla de todo, fantasía con realidad, amor y odio, guerra y paz, tristeza y alegría, pero lo más importante para mi o mejor dicho el sueño mas importante para mi era tener vivos a mis padres para siempre…esto era algo con lo que siempre soñé.
Ahora al mirar atrás me doy cuenta que en realidad el amor que sentía por mis padres hacia que deseara tenerlos para siempre, y ahora que no están…se que ser niño te abre la posibilidad de soñar con las cosas menos imaginables.
El amor de niño, esta mezclado de ternura, inocencia, inquietud…y deseo de que las cosas y las personas que uno ama sean eternas, que duren para siempre, construimos castillos que nos impulsan a seguir adelante, y poco a poco esos castillos de la nada se convierten en nuestros Ideales, en nuestros objetivos, nuestras metas, en nuestros deseos de superación y nos convertimos en los defensores de esos castillos que poco a poco se fortifican conforme maduramos, inventamos al inicio, guerras que ganamos siempre, y posteriormente a medida que se consolidan nuestros objetivos esas luchas se hacen mas reales por que el campo de batalla se torna real, luchamos día a día por ser mejores, por conseguir completar nuestras metas cotidianas, nos frustramos si es que no conseguimos lo que deseamos., Nos dejamos derrotar a veces….y en esos momentos de lucha intensa, es justo que entran en escena, nuestros padres, que con su mano amiga y a veces casi ya sin fuerzas nos dan su aliento y nos ayudan a levantar aun cuando ellos ya no puedan caminar. Y eso basta para que nos fortifiquemos y podamos ganar la lucha, así nos preparamos para la grandes luchas que nos depara nuestro futuro.
Hoy como ayer pensé como hijo aun siendo padre y eso por que aun tengo que comprender como era como hijo para descifrar la estrategia que mi padre uso en cada una de las batallas junto a mi, y solo así podré ser un padre como el, no puedo decir ser mejor que él, porque para ser mejor que él tendría que haber vivido lo que él.
